El once de abril de mil novecientos veintiocho nació Alfonso. 

Falleció en el año 2009. Los que le conocimos le recordamos siempre viviendo en Facinas, ignoramos si en sus primeros años lo hizo en otro lugar.

            Se casó con Isabel Jiménez Campos de la que enviudó cuando más se necesitaban. Ha sido triste verle vivir en soledad, aunque la familia de Antonio Jiménez y Luz Manso no dejaron de estar pendiente de él, la amistad que tenía con ellos le fue fiel hasta el final de sus días. Le cuidaron, le atendieron y le dieron el calor que nadie más le dio.

            Destacó Corbacho como conductor y mecánico  en la fábrica de harina y pan de Rosano y Manga, su afición a la mecánica, y sobre todo por sus dotes de relojero. Todos le llevaban los relojes para repararlos. El los recogía y se comprometía en arreglarlos rápido. Después iba excusándose hasta el día que le tocaba el turno.

            Tuvo la idea de dedicarse a cargar las baterías de los coches o de los televisores portátiles. Al igual que con los relojes, nunca decía que no, aunque tardara más de la cuenta.

            Guasón durante los años de su juventud y mientras convivió con Isabel, después se fue volviendo taciturno, distraído y todo aquello que va mermando la capacidad y la vida de las personas

            Fue Corbacho un hombre popular en Facinas, buena persona, servicial, sencillo y honrado.

Pero nos gustaría puntualizar que hasta el último momento de su vida ,no le faltó el calor de los hermanos y sobrinos de su mujer , especialmente de Daniel , con el que tenía contacto diario y me parece justo reconocerlo en estas páginas.